Juan Bautista de Maíno

Francisco Pacheco y Jusepe Martínez mostraron gran admiración por Maíno (1581 - 1649), Anibal Caracci le describió en Roma como el maestro alcarreño, y Guido Reni le menciona como el "gran compañero".
Juan Bautista Maíno nació en Pastrana (Guadalajara) en 1581, hijo de un comerciante de telas de origen milanés y de madre lisboeta de origen noble, doña Ana de Figueredo trabajó al servicio de la duquesa de Pastrana, Ana de Mendoza y de la Cerda, Princesa de Éboli. Tenemos pocos datos de su juventud, pudo pasarla en Madrid, historiadores apuntan que pudo aprender con el Greco, aspecto aún no demostrable.
Después de pasar algún tiempo en Milán, llegó a Roma a comienzos de siglo XVII, permaneciendo hasta finales de 1610, fecha de la muerte de Caravaggio. Maíno experimentó en su pintura las novedades artísticas del momento en Italia: el naturalismo caravaggiesco y el clasicismo de la Escuela de Bolonia, la pintura de los Caracci. A su regreso a España recibe el encargo de Sor Ana de Morales, el Retablo del Convento de Concepcionistas Franciscanas en Pastrana, clausura bajo protección de la Princesa de Éboli.
En febrero de 1612 se encuentra en Toledo, realizando su gran obra: El Retablo Mayor para la Iglesia de San Pedro Mártir, trabajo de gran envergadura artística. Maíno supo respetar la orden de los dominicos, su ocupación en San Pedro Mártir, tuvo que fascinarle tanto que decidió permanecer en el convento, profesando desde el 27 de julio de 1613. Entre 1616 y 1618 fue nombrado profesor de dibujo del futuro rey Felipe IV. En 1619 acampañó a la Familia Real a Portugal, con motivo del juramento del rey como heredero al trono.
Vivió en la corte madrileña hasta su muerte en 1649, residiendo en la Casa Colegio del Convento de Atocha, cerca de la Plaza Mayor de Madrid. Maíno aún siendo religioso, no olvidó nunca el arte de la pintura, trabajando junto a otros artistas en la decoración del Salón de Reinos en el Palacio del Buen Retiro, realizó en 1635 una obra al margen de los convencionalismos del momento, la Recuperación de Bahía de Brasil, novedosa y grandiosa, lienzo colorista de pincelada densa, no se complace en el sufrimiento de los derrotados holandeses, supo pintar con vehemencia las nefastas consecuencias de la guerra.

En la exposición antológica que el Museo Nacional del Prado dedica a Juan Bautista Maíno, hasta el 17 de enero de 2010, hemos descubierto a un pintor que siempre ha estado "ahí", en el templo del arte, delante de nuestros ojos, en el Prado, y una vez más parece que nos hiciera falta una exposición monográfica, para "redescubrir" a otro de los grandes. Apenas se conocen 40 obras de Maíno, de ellas se pueden ver en la exposición 37, del Prado son 14 y las otras 23 proceden de lugares fantásticos como el Retablo de la Trinidad de las Concepcionistas Franciscanas de Pastrana, del Museo de Dresde (Alemania), Museo del Ermitage en San Petersburgo, y obra fundamental de colección privada.
La muestra también nos permite cotejar con más de 30 obras de otros maestros, que influyeron en Maíno como Caravaggio, Anibal Caracci, Guido Reni, Carlo Saraceni y Orazio Gentilleschi.

Juan Bautista Maíno trabajó en diferentes soportes y dimensiones, en la primera sala se pueden ver obras de pequeño formato, realizadas al óleo sobre cobre, son obras muy valoradas por su carácter delicado, miniado, entre ella destaca la Ascensión procedente de Dresde (Gemäldegalerie Alte Meister Staatliche Kunstsammlungen). En la misma sala, un maravilloso cuadro de Caravaggio, el Éxtasis de San Francisco (Hartford, Connecticut, Wadsworth Atheneum Museum of Art), realizado hacia 1596 para el Cardenal Francesco del Monte en Roma. Frente al manierismo de finales del XVI, Caravaggio pinta una obra serena, un paisaje crepuscular, pintura poética, naturalista, que influirá en las composiciones del fraile dominico.
Otra novedad de la exposición es la presentación de la obra cumbre de Maíno, el Retablo de San Pedro Mártir realizado en Toledo, en diferentes salas, como temas de pintura independientes. Las cuatro primeras telas forman parte de la sala dedicada a la Interpretación del Paisaje: San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Antonio Abad y Magdalena Penitente, composiciones alargadas características de la Escuela de Bolonia.

Según Jusepe Martínez, Maíno fue un excelente retratista, tuvo una gracia especial para el arte del retrato, "dulzura y belleza, aunque fuera feo el retratado", así nos lo muestra la sala de la exposición dedicada al Retrato, monumentales santos que flanqueaban el Calvario del Retablo de San Pedro Mártir, Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden dominica y Santa Catalina de Siena, de la Órden Tercera de Santo Domingo, si miramos a la derecha de Santa Catalina, nos encontraremos una maravillosa Sibila de Orazio Gentilleschi, podemos comparar con las figuras femeninas de Maíno.

En la siguiente sala podemos cotejar un Caballero desconocido de El Greco, de1603 y el Retrato de Caballero de Maíno hacia 1618, firmado en el centro del lienzo a la izquierda, su rostro delata salud, es una obra maestra, no vemos la espada, pero intuimos caballero por la presencia de pretina y talabarte.

En febrero de 1612 Maíno recibe el encargo más importante, El Retablo mayor de la iglesia de San Pedro Mártir en Toledo, quedaba demostrado el prestigio que había alcanzado un año después de su establecimiento en Toledo, en catorce meses pintó diez tablas, de diversos tamaños, por las dimensiones que presenta sería imposible verlo en las salas del museo de nuevo ensamblado, alcanzaría más de nueve metros de altura. La sala del Retablo confirma la grandeza que habíamos imaginado en las salas anteriores, nos creemos espectadores fieles del Siglo XVII, delante del Retablo la liturgia se transforma en color, captación luminosa y minuciosa, naturalista repleta de dignos personajes agasajando a la Sagrada Familia, el Retablo de las Cuatro Pascuas o de las Cuatro Fiestas Litúrgicas, los cuatro lienzos ocupaban las calles laterales dispuestas en dos pisos: de frente a la izquierda del Retablo, de arriba a abajo Pentecostés y La Adoración de los Pastores, a la derecha, La Resurrección y La Adoración de los Magos. En la misma sala, podemos comparar las obras de Maíno con La Adoración de los Magos de Velázquez y La Adoración de los Pastores de El Greco.

La penúltima sala está dedicada a la Representación de la Santidad, de frente como un imán, nos sentimos atraídos por el color seda carmesí del manto forrado, en terciopelo verde de Magdalena Penitente, de Colección particular, frente a la imagen que encarna la penitencia y el arrepentimiento, Maíno nos muestra una rica Magdalena, separándose del clasicismo trentista. La exposición termina con una sala que nos permite estudiar la relación que tuvo el dominico con Felipe IV, y el Salón de Reinos, en el Palacio del Buen Retiro de Madrid, Maíno pintó en 1635 La Recuperación de Bahía de Brasil, los derrotados holandeses ajenos a la alegoría y el triunfo militar de la corona española.

Con motivo de la exposición dedicada a Juan Bautista Maíno, el Museo del Prado nos ofrece un ciclo de conferencias y Cine: Miradas cinematográficas sobre la época de Maíno, la vida y obra de este artista español. http://www.museodelprado.es/exposiciones/info/en-el-museo/juan-bautista-maino1581-1649/actividades/

Lágrimas de Eros

ANDROMEDA en las Lágrimas de Eros
Exposición temporal en el Museo Thyssen y en la Fundación Caja Madrid Sala de las Alhajas, Plaza de San Martín
Andrómeda es hija de Cefeo, rey de Etiopía, y de Cassiopea o Casíope. Su madre se jactó un día de ser más hermosa que todas las Nereidas, por lo que Posidón, ofendido, inundó el país y envió un monstruo. Consultado el oráculo de Ammón, anunció que la única solución era exponer a Andrómeda al monstruo, por lo que fue atada a una roca en la costa. En este instante llegó Perseo, que regresaba de matar a la Gorgona, enamorándose de ella. Acordó con Cefeo que, si mataba al monstruo, le concedería la mano de Andrómeda, y ambos realizaron su parte en el pacto. Se opuso sin embargo Fineo, tío y prometido de Andrómeda, y atacó con sus hombres a Perseo, el héroe les rechazó fácilmente, y dejando ver a sus enemigos la cabeza de la Gorgona, los convirtió en piedras.
Bajo el sugerente título de Lágrimas de Eros, el título del ensayo del francés Georges Bataille, la exposición tendrá como protagonista los tormentos de la pasión.
Un recorrido temático, en el que incluyen obras de José Ribera, Rubens, Gustave Courbet, Picasso, Saura, Dalí, Richard Avedon, Man Ray, Andy Warhol, Bill Viola o Henri Rousseau, y que se ha dividido en dos sedes. El propio Thyssen, nos desvelará los peligros mortales de la pasión erótica, la Fundación Caja Madrid, la erotización de la muerte.
Visitas programadas enClave de Arte a las dos sedes de la Exposición
* Grupo de mañana, martes 22 de Diciembre a las 10:00 h, en el Museo Thyssen Bornemisza, a continuación segunda parte de la visita a las 12:30 h, en la Fundación Caja Madrid, Sala de las Alhajas frente a las Descalzas Reales. Plaza de San Martín.
* Grupo de tarde, martes 22 de Diciembre a las 16:00 h, en el Museo Thyssen, continuando la visita a las 19:00 h, en la Fundación Caja Madrid.
+ información sobre la exposición en:
Galería de imágenes, principales obras de la exposición, nos parece muy interesante la selección de obras que ha hecho elpais.com, os recomendamos seguir este enlace:

Próximas Visitas enClave de Arte

En enClave de Arte hemos creado un programa de visitas a exposiciones y museos, iniciamos el curso 2009 en octubre, con la Colección Permanente Carmen Thyssen - Bornemisza. Un recorrido por las exposiciones temporales más destacadas que se dan cita en los museos más importantes de Madrid. Si desea visitar las que hemos seleccionado, contacte con nosotros: madrid@enclavedearte.com
Hasta enero de 2010, enClave de Arte organiza las siguientes visitas de mayor actualidad en Madrid.
NOVIEMBRE EN EL PRADO
Juan Bautista Maíno (1581-1649) nos ofrece la oportunidad de explorar y conocer en profundidad la figura de Juan Bautista Maíno, artista al que hasta ahora no se había dedicado una exposición monográfica. La exposición está compuesta por 35 obras del pintor español y otras 31 pinturas de los autores que más influyeron en su formación, entre ellos Velázquez y Caravaggio. Visitas programadas a MAÍNO, entrada por la Puerta de Murillo frente al Botánico.
- Martes 24 Noviembre a las 12:30 h.
- Martes 24 Noviembre a las 16:00 h.
- Miércoles 25 Noviembre a las 12:30 h.
- Miércoles 25 Noviembre a las 15:30 h.

VISITAS EN DICIEMBRE
CALCOGRAFÍA NACIONAL
en la REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO. Alcalá 13.
Una prestigiosa Institución dedicada a la conservación, promoción y difusión del Arte Gráfico. En Calcografía Nacional podremos recorrer las siguientes dependencias: Colección de láminas de grabado calcográfico, Talleres de estampación, Gabinete de estudios dedicado a la investigación y una sala Expositiva. Calcografía cuenta con Los ochenta cobres de los Caprichos, tras ser cedidos por Goya en 1803 al rey a cambio de una pensión a favor de su hijo, fueron depositados ese mismo año en la Real Calcografía. Las ochenta y dos láminas de los Desastres de la Guerra –cuatro de ellas grabadas al dorso de dos paisajes– y las dieciocho de los Disparates quedaron en la Quinta del Sordo tras la salida de Goya hacia Francia, siendo adquiridas en 1862.
Visitas programadas: Miércoles 9 de Diciembre a las 10:00 h y a las 15:30 h. Con esta visita recuperamos la clase del martes día 8 festivo, Inmaculada Concepción.

NAVIDAD en el MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA. LÁGRIMAS DE EROS
Una intensa exposición por el deseo y todos sus símbolos, las lágrimas, la ola y la espuma del mar, la cabellera o la serpientes, que el museo ha organizado de forma temática en las diferentes salas de su sede y de la Fundación Caja Madrid.
El recorrido de la muestra, con clásicos como Delacroix, Ingres o Rodin, nos lleva desde el romanticismo al simbolismo, y de éste al surrealismo y a los autores contemporáneos como Louise Burgeois, Robert Mapplethorpe, Nan Golding o el videoartista Bill Viola. El paseo por las salas del Thyssen y la Fundación Caja Madrid también propicia saltos atrás, flashbacks artísticos hacia el Renacimietno y el Barroco.
Visitas programadas a LÁGRIMAS DE EROS. Según el nº de participantes, hay reservadas cuatro visitas, con posibilidad de ver la segunda sede en Caja Madrid.
- Martes 22 de Diciembre, grupo de mañana, a las 10:00 h. y a las 11:30 h.
- Martes 22 de Diciembre, grupo de tarde, a las 16:00 h. y a las 17:30 h.

INAGURAMOS el segundo Trimestre en enero de 2010
en la FUNDACIÓN CARLOS DE AMBERES.
Visita a la Exposición "La Pax Hispánica y La Tregua de los Doce Años (1609-1621)". C/ Claudio Coello, 99.
Visitas programadas a la exposición:
- Martes 26 de Enero de 2010 a las 10:00 h. y a las 17:00 h.
- Miércoles 27 de Enero de 2010 a las 10:00 h. y a las 17:00 h.

Basílica de San Pedro en Roma

Bajo los cimientos de la Basílica de San Pedro, se encuentra el pasado más remoto de la ciudad de Roma, en su estado actual es una creación del Renacimiento y del Barroco, pero tiene a sus espaldas una larga historia arquitectónica, iniciándose en el siglo I d.C. en la época romana.

Evolución de la planta desde el siglo I hasta el Barroco

- Primera etapa, preconstantiniana: La basílica actual es el resultado de una obra desarrollada durante varios siglos. En tiempos de los emperadores Calígula (37-41), Claudio (41-54) y Nerón (54-68), fue un gran circo que tenía en el centro una espina adornada con un obelisco traído de Heliópolis, en el 37 d.C. En los alrededores surgió un cementerio camposanto, donde se enterraban a los cristianos martirizados, entre ellos San Pedro, apóstol llegado de Palestina y crucificado en el año 64 d.C.

- Segunda etapa, constantiniana:
En el año 319, el emperador Constantino, tras haber permitido el culto a la religión cristiana con el famoso Edicto de Milan en el año 313, comenzó la construcción de una gran basílica de cinco naves, ricamente ornamentada con mosaicos, frescos y monumentos sepulcrales, un crucero y un ábside, en cuyo centro se colocó la tumba de San Pedro. Una escalinata y un pórtico a los pies, ante el que se detenían los no bautizados, completaban el conjunto arquitectónico. El edificio constantiniano se mantuvo en pie hasta el siglo XV. Mientras tanto, el circo romano de Nerón fue quedándose lamentablemente en ruinas, en parte porque muchas de sus piedras fueron utilizadas para la nueva iglesia.

- Tercera etapa, el Vaticano recinto medieval:
En esta época el conjunto se convirtió en un lugar de veneración, un lugar de peregrinación.
Ante el altar mayor de esta iglesia, fueron coronados muchos emperadores, en el día de navidad del año 800, lo fue Carlomagno, a quien el Papa León II impuso la corona imperial romana. Después de que los árabes saquearon la basílica, en el año 846 se construyó una muralla, levantada en la época del Papa León IV (847-855), dando origena la Ciudad Leonina, núcleo espiritual de la Nueva Roma de la Edad Media. Bajo Eugenio III (1145-1153) e Inocencio III (1198-1216) se erigió el primer Palacio Medieval. En 1305, la sede papal fue transferida a Aviñón, Roma y la Basílica quedaron abandonadas durante más de un siglo.

-Cuarta etapa, primer Renacimiento:
El Papa Nicolás V en 1452 encargó su reconstrucción a Bernardo Rosellino, un nuevo ábside que sobresalía con respecto a la iglesia de Constantino, poco después la Caída de Constantinopla, obligó a abandonar las obras. En 1480 el Papa Sixto IV (1471-1484), comenzó la construcción de una una gran capilla, la Capilla Sixtina decorada con los frescos de los mayores pintores del momento como Sandro Botticelli, Luca Signorelli, Perugino, Pinturicchio y Ghirlandaio.

-Quinta etapa, Renacimiento Clásico siglo XVI:
Es con Julio II (1503-1513), cuando se reinician las obras acogiendo el diseño propuesto por Bramante.
La construcción del edificio actual se inicia entonces el 18 de abril de 1506. El proyecto, dirigido por Bramante, consistía en un edificio con planta de cruz griega inscrita en un cuadrado y cubierta por cinco cúpulas (un claro ejemplo de planta centralizada, típica del renacimiento y de su interés por la geometría); la central en el crucero y las restantes en los ángulos; los trabajos se iniciaron con la demolición de la basílica previa, donde supuestamente se encontraban los restos de San Pedro. Bramante murió en 1514, el papa Julio II murió un año antes, ninguno de los dos disfrutaron en vida del ilusionante proyecto, ya en la epoca del papa médici, León X (1513-1521), los sucesores de Bramante, Rafael, Fra Gioconda da Verona y Giuliano de Sangallo cambiaron este plan genial; a su muerte solo se había edificado poco más que los cuatro grandes pilares que debían sostener a la gran cúpula central.
Posteriormente, el Papa Pablo III (1534-1549) encomendó la dirección de las obras a Miguel Ángel, que retomó la idea de Bramante de planta en cruz griega. su cúpula se convirtió en modelo y paradigma para todo el mundo occidental, a pesar de su peso parece flotar en el aire.

-Sexta etapa, Barroca:
A la muerte de Miguel Angel casi se había logrado terminar el cimborrio sobre el que Giacomo della Porta y Domenico Fontana erigieron (1588-1589) la gran cúpula concebida por Buonarroti. A partir de 1607, Carlo Maderno completó definitivamente la obra, transformando por deseo de Pablo V (1605-1621), la planta de cruz griega en otra de cruz latina a la que añadió tres arcadas y el pórtico de la entrada y realizó la fachada. Terminada en 1612, la basílica fue consagrada por Urbano VIII en el 1626. Actualmente tiene una longitud de 186 metros, una superficie de 15.160 metros cuadrados y la altura de su cúpula es de 119 metros. Hay que destacar, asimismo, el baldaquino de bronce con las cuatro maravillosas columnas a espiral, obra también de Bernini, la Piedad de Miguel Angel y cinco puertas que se asoman a la fachada, bajo la galería de las Bendiciones. Una cruz designa esa Puerta Santa. Esa misma Puerta Santa fue abierta con una solemne ceremonia en el Gran Jubileo del 2000.

Paisaje norteamericano del Siglo XIX

Un capítulo de la historia del arte muy poco conocido en Europa, a pesar de su innegable contribución a la tradición paisajística de la pintura occidental.
La Colección Thyssen-Bornemisza, propone un espacio importante dedicado a la desconocida Pintura Norteamericana del Siglo XIX, abarca un arco cronológico (1825 - 1875), que va desde el romanticismo al naturalismo, arranca con la figura de Thomas Cole, el padre del paisajismo norteamericano y finaliza con Winslow Homer, un pintor que anuncia ya la pintura moderna.
El paisaje norteamericano es la Historia de una emigración constante. Sus seguidores, los pintores de la ESCUELA DEL RÍO HUDSON, cuya actividad comienza en los años posteriores a la Independencia de los Estados Unidos, fueron quienes protagonizaron la consolidación de la pintura americana como escuela nacional. Los pintores de esta escuela comparten y disfrutan en sus obras del Magnetismo de lo salvaje:Transforman la naturaleza en poesía. En sus obras, existen Paisajes reales, Paisajes soñados. Visión sublime de la Naturaleza. Pequeños y tranquilos cuadros luministas: Depurada y minuciosa elaboración. Los artistas de este movimiento disfrutaron de una situación acomodada, lo cual les permitió realizar fabulosos viajes por América, muchos de ellos regresaban con frecuencia al viejo continente
Cuando hablamos de pintura del Siglo XIX y de sublime inevitablemente nos viene a la mente el arte del pintor romántico alemán Kaspar David Friedrich (1774 - 1840), Aprovechamos la presencia en el blog, para recordar y animar a nuestros seguidores, a que visiten la maravillosa exposición sobre Friedrich, que actualmente se puede ver en la Fundación Juan March "El Arte de Dibujar" hasta el 10 de enero de 2010. http://www.march.es/arte/madrid/temporal/romantica.asp

LOS PROTAGONISTAS DE LA ESCUELA DEL RÍO HUDSON
THOMAS COLE (1801-1858) es conocido como el fundador de la Escuela del río Hudson. Británico de nacimiento, su familia emigra a América siendo él muy joven (17 años) por lo que puede considerarse un pintor plenamente americano. Cole descubre la belleza del río Hudson en 1825, al emigrar a Nueva York, y comienza a crear sus primeros esbozos y bocetos al aire libre. Aquí pinta algunas de sus obras más famosas, como The falls of Kaaterskill. Su amor por el paisaje americano se demuestra cuando, tras viajar a Europa -especialmente a Italia-, encuentra el paisaje del Viejo Continente frío y desolado. Al final de su vida se establece en los Catskills, donde pinta la serie The voyage of the life.
ASHER BROWN DURAND (1796-1886), aunque mayor que Cole, se introduce en el paisaje tras conocer las obras de éste. Más romántico y menos fiel a la realidad que Cole, sus obras son no obstante más bellas y poéticas, con claras influencias de maestros como Meindert Hobbema o Claudio de Lorena. Es creador de obras tan célebres como Kindred Spirits (espíritus afines) o Las hayas.
ALBERT BIERSTADT (1830-1902) emigró de Europa con su familia siendo un niño a Massachusetts. Es uno de los primeros pintores en representar la grandiosidad del Oeste Americano, destacando sus vistas del parque de Yosemite, el valle del río Kern o las White Mountains. Es el más prolífico de todos los pintores americanos de su época.
FREDERICK EDWIN CHURCH (1826-1900) es discípulo y admirador de Thomas Cole, a quien dedica muchos de sus obras. Church representa la culminación de la Escuela del río Hudson: posee el amor por el paisaje de Cole, el lirismo romántico de Durand y la grandilocuencia de Bierstadt, siendo más valiente y técnicamente más dotado que cualquiera de ellos. Se trata sin duda de uno de los mejores paisajistas de todos los tiempos, tal vez sólo superado por Turner y algunos impresionistas y postimpresionistas de primera linea como Monet o Cézanne. Poco a poco el paisaje americano se le queda corto a Church, y pinta obras maestras exóticas como Cotopaxi, o el onírico Above the clouds at sunrise.

En una segunda línea podemos situar a SANFORD ROBINSON GIFFORD (1823-1880), tal vez el más dotado pintor de la segunda generación (Bierstadt y Church al margen), JOHN FREDERICK KENSETT (1816-1872), gran marinista y retratista del Monte Washington, WILLIAM TROST RICHARDS (1833-1905), WORTHINGTON WHITTREDGE (1820-1910), de formación germana al igual que Bierstadt, JASPER FRANCIS CROPSEY (1823-1900), MARTIN JOHNSON HEADE (1819-1904), atraído, al igual que Church, por los paisajes exóticos. Por último, un pintor que por sus intereses, se aleja ya de la Escuela,
WINSLOW HOMER (1836 - 1910) artista naturalista que ya no estaba interesado, como sus predecesores, en captar la espiritualidad o los valores morales de las tierras americanas, sino en los valores formales de la pintura.