Giovanna Tornabuoni vuelve a la Sala del Quattrocento

Retrato de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni
Domenico GHIRLANDAIO 1489 - 1490. Temple sobre tabla 77 x49 cm
Museo Thyssen - Bornemisza Madrid.
Sobre el dintel de la puerta del taller de Domenico Ghirlandaio rezaba una leyenda "La guía más perfecta es la naturaleza, dibuja algo todos los días".
Ghirlandaio (Florencia, 1449 - 1494) fue el maestro de Miguel Ángel Buonarroti, enseñó al genio toscano todos los secretos de la trastienda de un taller, de un taller del Renacimiento.
Según Vasari, Ghirlandaio, que se había iniciado en las artes como orfebre, «con la costumbre de dibujar continuamente, adquirió gran agilidad, destreza y soltura, que muchos dicen que mientras que era lento como joyero, al retratar a los campesinos o a cualquier persona que pasara por el taller, les sacaba inmediatamente el parecido». Y el crítico italiano remata su comentario al decir que «así lo prueban, en efecto, innumerables retratos suyos donde se advierte una extraordinaria fidelidad».
La imagen de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni es una de las más sugestivas y atractivas de la colección del Museo Thyssen-Bornemisza. El retrato, de una gran belleza, se enmarca con un fondo donde se coloca una hornacina con varios objetos alusivos a sus delicados gustos y a su carácter y a su espíritu.
La joya, con un dragón a la que se añaden dos perlas y un rubí, que hace juego con el colgante del cordón de seda que adorna su pecho, constituye una alusión a su vida pública. A este broche se contraponen el libro de oraciones y una sarta de bolas de coral que se ha identificado como un rosario, objetos ambos destinados a resaltar la piedad y la vida interior de la joven.
En la manga de la giornea de Giovanna aparece la inicial del mecenas que encargó la obra, una "L" estilizada bordada a mano, el tema de esta obra es la belleza femenina, es una pintura firme, pero sensible, con un gran esfuerzo en la concentración, en el retrato efigie de Giovanna.
La modelo es retratada por Ghirlandaio en estricto perfil, en reposo, brazos en paralelo con el marco arquitectónico y el marco del cuadro. El brazo vertical paralelo al marco del alfeizar.
Junto a los atributos de Giovanna, aparece en un cartellino, un fragmento que dice: «¡Ojalá pudiera el arte reproducir el carácter y el espíritu! En toda la tierra se encontraría un cuadro más hermoso».
Giovanna, nacida del 18 de diciembre de 1468, era la octava hija de Maso di Luca degli Albizzi y de Caterina Soderini. Recibió el tipo de educación que se consideraba propio de una joven de su categoría social. El acontecimiento más importante de su vida fue su matrimonio con Lorenzo Tornabuoni (1468-1497), heredero de una influyente familia vinculada a los Médicis. La boda se celebró en septiembre de 1486 con una plétora de festejos y durante tres días la hermosa Giovanna tuvo todo el protagonismo. El 11 de octubre de 1487 nació Giovannino, primer hijo de la joven pareja pero, desgraciadamente, Giovanna murió al año siguiente, cuando contaba diecinueve años de edad, de resultas de su segundo embarazo. La enterraron en la iglesia de Santa Maria Novella el 7 de octubre de 1488.Giovanna pervivió para la posteridad gracias a Domenico Ghirlandaio, a quien hacia 1489 le encargaron que realizara un retrato póstumo destinado a ser colocado en un lugar de honor en el Palazzo Tornabuoni.
El retrato de Giovanna ha sido la piedra angular, de un discurso museográfico que descubre los valores del arte del siglo XV. La obra fue el punto de partida de los tres aspectos de la exposición: El retrato del Renacimiento, una espléndida revisión del arte de la medallística, que rivalizó en su tiempo con el arte del retrato, las joyas de Giovanna y las bodas de las grandes familias florentinas y por último, la vida espiritual y devocional en relación con el libro de Horas que aparece en la tabla.
En la última sala de la exposición tuvimos la suerte de disfrutar del estudio técnico de la obra, los investigadores y restauradores de la obra, ofrecieron un análisis de la tabla y de los materiales utilizados, la reflectografía infrarroja reveló la presencia del dibujo bajo el pigmento, información sobre la pincelada y el estado de conservación de la obra.
El domingo 10 del 10 de 2010, erguida, elegante y distinguida regresó Giovanna a sus aposentos, a las Salas de pintura del Arte del Quattrocento.
La exposición"Ghirlandaio y el Renacimiento en Florencia" lamentablemente terminó, pero la tecnología nos permite seguir investigando.
Visita el Microsite Interactivo_ Restauración de Giovanna Tornabuoni, si desean más información, sigan el siguiente enlace: