“Monet y la Abstracción” en Fundación Caja Madrid y en el Museo Thyssen

Hasta el 30 de Mayo, El Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid presentan esta exposición que supone un recorrido por la obra del gran pintor impresionista francés, planteado desde una perspectiva diferente y hasta ahora nunca vista en el contexto de una exposición temporal de esta envergadura: la de su relación con el desarrollo de la abstracción en la segunda mitad del siglo XX.

Desde sus etéreos paisajes londinenses hasta las monumentales representaciones de su jardín de Giverny, donde pasó los últimos cuarenta años de su vida, la muestra analiza cómo la permanente obsesión de Claude Monet por captar la instantaneidad le llevó a desdibujar la representación pictórica y le condujo prácticamente a las puertas de la abstracción; y cómo, a mediados del siglo pasado, la joven generación de pintores abstractos americanos y europeos redescubre su arte y lo sitúa definitivamente en el lugar fundamental que hoy en día ocupa en la historia del arte.
Jackson Pollock, Mark Rothko, Willem de Kooning, Sam Francis, Joan Mitchell, Adolph Gottlieb, André Masson, Philip Guston o Gerhard Richter, entre otros, fueron algunos de estos jóvenes artistas que volvieron la vista hacia Monet. Su obra podrá contemplarse ahora, a lo largo de todo el recorrido de la exposición, en un interesante diálogo con la del maestro impresionista.
En total, más de un centenar de obras se han logrado reunir para este nuevo proyecto conjunto del Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid, que ha contado también en esta ocasión con la imprescindible colaboración del Musée Marmottan Monet de París, donde se presentará la muestra en el verano de 2010, tras su paso por Madrid. El museo parisino ha cedido para la ocasión una magnífica selección del importante legado del pintor francés que conserva en sus fondos. Destacan igualmente los préstamos de numerosos museos y colecciones particulares de todo el mundo, principalmente de Europa y Estados Unidos.
El redescubrimiento de un maestro Monet fue sin duda el más representativo y prolífico de los impresionistas franceses, pero fue también el más independiente e innovador. La obsesión por captar la instantaneidad, su preocupación por cuestiones como la percepción de la naturaleza, o la necesidad de expresar su experiencia personal por medios meramente pictóricos, llevaron a Monet a desdibujar la representación pictórica convirtiéndola en una atmósfera prácticamente abstracta. Su muerte, en diciembre de 1926, pasó prácticamente desapercibida en el ambiente artístico contemporáneo; sus Grandes Decorations de la serie Nenúfares, donadas al Estado francés por el propio pintor en 1918 e inauguradas en 1927, un año después de su fallecimiento, permanecieron durante décadas olvidadas en el Musée de l’Orangerie de París.
En la primera sede, en el Museo Thyssen, podemos ver los apartados de Brumas y Variaciones, Efectos de luz, Reflejos y transparencias, Contrastes de formas, Pincelada y gestos. En la Sala de las Alhajas de Caja Madrid, El Jardín de Giverny y la Estela de Monet.
Todos los apartados de la exposición, evocan poética y abstracción, una oportunidad irrepetible para acercarnos un poquito más a este gran maestro.