Holandeses en el Prado. Catálogo Razonado

El Museo Nacional del Prado ha organizado la exposición Holandeses en el Prado con motivo de la publicación del primer catálogo de la colección de pintura holandesa del siglo XVII.
Reúne un amplio conjunto de las obras de esta colección prácticamente desconocida, ya que desde mediados de la década de 1940 apenas está representada en las salas del Museo.
El Catálogo Razonado publicado por el Museo del PRADO, responde a un trabajo minucioso, un largo trabajo de investigación, en donde cada obra es objeto de un pormenorizado estudio tratando los siguientes aspectos:
1º) Título de la obra, autor, los siguientes términos son empleados para describir la relación de una obra con su autor:
* Atribuido a -la obra se considera del artista mencionado, aunque no hay evidencia documental que lo ratifique-
* Taller de -cuando la obra ha sido realizada por un posible ayudante del taller del artista y bajo la supervisión de este maestro-
* Círculo de -obra ejecutada por un pintor desconocido, muy cercano al artista mencionado, pero no necesariamente discípulo de éste colaborador en su taller-
* Seguidor de -obra de un seguidor, coetáneo o posterior, del pintor-
* Copia según -copia total o parcial de un original del pintor, que puede ser contemporánea o posterior. Otros aspectos son la técnica utilizada y las medidas de la obra.
2º) Marcas e Inscripciones, en el anverso y reverso, aportan mucha información a la obra.
3º) Estado de conservación en la superficie pictórica: repintes antiguos, barnices, corladuras en el soporte, historia de las restauraciones de la obra.
4º) Historia de la obra en las sucesivas Colecciones, tanto de Patrimonio, Museos y en otras Instituciones.
5º) Inventarios, Catalogación y Documentación disponible (Gabinete de Documentación Técnica del Museo).
6º) Bibliografía y Exposiciones en las que ha participado.
7º) Estudio Estilístico, Iconográfico e Iconológico de la obra de arte.
8º) Publicación fotográfica de la obra, Reflectografía infrarroja, estampas.
Por pintura holandesa se entiende la producida en las llamadas Provincias Unidas del Norte desde que, tras la firma de la Unión de Utrecht en 1579, se constituyeran en nación independiente, mientras que las Provincias Unidas del Sur (Flandes) permanecieron bajo dominio español. La exposición se organiza en 3 secciones:
- Cuadros holandeses que proceden de las colecciones de Felipe IV y de Carlos II.
-Cuadros holandeses de la colección de los Borbones, y
- Nuevas adquisiciones: legados, donaciones, daciones y compras.

Muchas de estas obras han sido restauradas a fin de elaborar el catálogo. Gracias a esto, hoy es posible apreciar las sutilezas cromáticas, los efectos lumínicos o la precisión del dibujo en muchas de ellas. Coincidiendo con esta exposición y como complemento a la misma, el Museo expuso en una sala anexa "La compañía del capitán Reijnier Reael y el teniente Cornelis Michielsz Blaeuw", de Franz Hals y Pieter Codde, procedente del Rijksmuseum de Amsterdam. Pudimos disfrutar de esta pintura , hasta el día 28 de Febrero, en el Prado como parte del programa ‘La obra invitada’.

En la exposición se muestra una selección de los cuadros holandeses reunidas por los sucesivos monarcas de la Casa de Borbón. Abarca todos los géneros de la escuela: paisaje invernal, marinas, escenas de género, cacerías, bodegones, batallas y pinturas de historia. A éste último pertenece el cuadro de Rembrandt "Judit en el banquete de Holofernes" (antes conocido como “Artemisa”), adquirido por Carlos III. Anteriormente se creyó que la obra recreaba la historia de la reina Artemisa de Caria quien por amor a su esposo muerto, Mausolo, se dispone a beber sus cenizas en una copa nautilus. También se pensó que podría tratarse de la princesa cartaginesa Sofonisba, hermana de Asdrúbal Giscón, quien para evitar la humillación de ser paseada como prisionera en un triunfo romano bebió un veneno que le envió Masinisa. De ahí que hasta su reciente identificación, fuesen dos los títulos posibles para la obra: "Artemisa recibiendo las cenizas de Mausolo" y "Sofonisba recibiendo la copa de veneno".
La llegada de la nueva dinastía de los Borbones coincidió con el cambio de siglo y con un giro en el gusto artístico. Ambos apasionados por la pinturay coleccionistas, Felipe V e Isabel de Farnesio, introdujeron el interés por los cuadros de gabinete flamencos y holandeses. Por esto ingresó en las Colecciones Reales una gran cantidad de cuadros flamencos y, en menor tenor, holandeses, que sus sucesores incrementaron.En la exposición se muestra una selección de los cuadros holandeses reunidas por los sucesivos monarcas de la Casa de Borbón. Abarca todos los géneros propios de la escuela: marinas, paisaje invernal, escenas de género, bodegones, cacerías, batallas y pinturas de historia.
En la última sección se incluyen las obras holandesas que ingresaron en el Museo del Prado en el siglo XIX a través de legados y donaciones, y las que ya en el siglo XX lo hicieron además a través de daciones y de compra directa, lo que ha permitido cubrir algunas de las lagunas de la colección, como el bodegón y, sobre todo, el retrato.