Biblioteca Artis. Tesoros de la Biblioteca del Prado

Albrecht Dürer (1471-1528). h. 1532 primera edición latina de "Instrucción para la medida"

La exposición Bibliotheca Artis: Tesoros de la biblioteca del Museo del Prado, exhibe por primera vez al público las piezas más sobresalientes de sus magníficos fondos.
Hasta el 30 de enero de 2011, la muestra incluye 40 libros y manuscritos fechados entre 1500 y 1750, así como un conjunto de ocho cuadros del Museo (Tiziano, El Greco, Velázquez, etc.) que revelarán diversas correspondencias entre el fondo bibliográfico y la colección de pinturas.
Instalada en la actualidad en el Casón del Buen Retiro, esta biblioteca guarda un importante fondo antiguo, incrementado notablemente en los últimos años gracias a la adquisición de varias bibliotecas privadas. Esta continua ampliación de sus fondos culminó con la apertura en marzo de 2009 de su nueva sede en el Casón del Buen Retiro. Su sala de lectura (antiguo Salón de Embajadores del Palacio del Buen Retiro) se sitúa bajo la bóveda en la que el artista napolitano Luca Giordano (1634-1705) representó la Apoteosis de la Monarquía Española y donde se exhiben otras obras suyas.
Tres apartados
La exposición se articulará en tres apartados. El primero, Bibliotheca artis, muestra los hitos básicos de la bibliografía artística europea desde los tratados más importantes del Renacimiento (Alberti, Leonardo, Durero) hasta las obras fundamentales del Siglo de Oro español (Pacheco, Carducho, García Hidalgo, Palomino).
El segundo, Bibliotheca architecturae, se dedica a los tratados de arquitectura concebidos como una tipología definida dentro del libro de arte y reúne desde ediciones tempranas de Vitruvio hasta los grandes tratados del Renacimiento italiano (Palladio, Serlio, Vignola) y europeo (Delorme, Dieteterlin). Se incluirían, además, algunos libros de fiestas públicas (entradas reales, canonizaciones...) concebidos como insustituible testimonio de arquitecturas efímeras desaparecidas.
Por último, el apartado Bibliotheca imaginis se centra en el papel de los libros como instrumento de trabajo y fuente de inspiración de los artistas. Desde los repertorios de retratos a las cartillas de dibujo, los libros de emblemas barrocos o los álbumes de reproducciones de obras de arte.El conjunto demostrará la importancia de las ilustraciones de los libros en la construcción del imaginario visual europeo de la Edad Moderna.

En los últimos años el Museo ha realizado una importante inversión en la adquisición de nuevos fondos. Las compras más notables corresponden a dos importantes bibliotecas privadas, la de José María Cervelló (Cádiz, 1947), compuesta por unos 10.000 volúmenes, entre los que destaca una extraordinaria colección de tratados antiguos de arte y arquitectura, y la de la familia Daza-Madrazo, formada por unos 1.000 libros procedentes en buena parte de la magnífica biblioteca de José de Madrazo (1781-1859), pintor de Fernando VII y director del Museo del Prado desde 1838 hasta 1851.

Con motivo de la exposición Bibliotheca artis se ha realizado un catálogo, primera publicación sobre los fondos de la Biblioteca del Museo, de 103 páginas, 82 ilustraciones y tres textos introductorios: “El fondo antiguo de la Biblioteca del Museo del Prado: la formación de una colección”, de Javier Docampo, jefe del Área de Biblioteca, Archivo y Documentación del Museo y comisario de la muestra.

El Cielo de Salamanca


EL CIELO DE SALAMANCA Fernando Gallego (1486) constelaciones y planetas según las enseñanzas del profesor judío Abraham Zacut.

En el Cielo de Salamanca son representadas las constelaciones de los signos del zodiaco de la segunda parte del año solar, Leo, Virgo, Libra, Escorpio y Sagitario.
Las constelaciones de Serpentario, Centauro, Hidra y Hércules y el resto de las representaciones son de estrellas y de los vientos con tez de hombre.
Alrededor de la pintura una inscripción del Libro de los Salmos de la Biblia, en latín: “Cuando contemplo los cielos obra de tus manos, la luna y las estrellas que tú has establecido”.
Bóveda de la Antigua Biblioteca de la Universidad de Salamanca (400 m2 pintura mural)
Con final feliz, fueron recuperadas dos sinopias el 18 de mayo de 2010, sustraídas en 1950, cuando se desmontó la bóveda para ser restaurada. Hoy se exhibe la cubierta completa en el Museo de la Universidad de Salamanca, en la Sala del Patio de Escuelas.

Fernando Gallego (1440 – 1507), fue un pintor castellano nacido en Salamanca, representante de la Escuela Hispano-Flamenca, posiblemente realizó un viaje a Flandes, conociendo allí las enseñanzas de Rogier Van der Weyden, Robert Camping y Johannes Van Eyck. Otra hipótesis apunta la posibilidad de su aprendizaje a través de grabados y estampas antiguas de Flandes.
En el Museo del Prado se pueden apreciar dos de sus grandes obras: La Piedad (h. 1465) y Cristo Bendiciendo (h.1494), en las nuevas salas de Pintura española.

Giovanna Tornabuoni vuelve a la Sala del Quattrocento

Retrato de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni
Domenico GHIRLANDAIO 1489 - 1490. Temple sobre tabla 77 x49 cm
Museo Thyssen - Bornemisza Madrid.
Sobre el dintel de la puerta del taller de Domenico Ghirlandaio rezaba una leyenda "La guía más perfecta es la naturaleza, dibuja algo todos los días".
Ghirlandaio (Florencia, 1449 - 1494) fue el maestro de Miguel Ángel Buonarroti, enseñó al genio toscano todos los secretos de la trastienda de un taller, de un taller del Renacimiento.
Según Vasari, Ghirlandaio, que se había iniciado en las artes como orfebre, «con la costumbre de dibujar continuamente, adquirió gran agilidad, destreza y soltura, que muchos dicen que mientras que era lento como joyero, al retratar a los campesinos o a cualquier persona que pasara por el taller, les sacaba inmediatamente el parecido». Y el crítico italiano remata su comentario al decir que «así lo prueban, en efecto, innumerables retratos suyos donde se advierte una extraordinaria fidelidad».
La imagen de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni es una de las más sugestivas y atractivas de la colección del Museo Thyssen-Bornemisza. El retrato, de una gran belleza, se enmarca con un fondo donde se coloca una hornacina con varios objetos alusivos a sus delicados gustos y a su carácter y a su espíritu.
La joya, con un dragón a la que se añaden dos perlas y un rubí, que hace juego con el colgante del cordón de seda que adorna su pecho, constituye una alusión a su vida pública. A este broche se contraponen el libro de oraciones y una sarta de bolas de coral que se ha identificado como un rosario, objetos ambos destinados a resaltar la piedad y la vida interior de la joven.
En la manga de la giornea de Giovanna aparece la inicial del mecenas que encargó la obra, una "L" estilizada bordada a mano, el tema de esta obra es la belleza femenina, es una pintura firme, pero sensible, con un gran esfuerzo en la concentración, en el retrato efigie de Giovanna.
La modelo es retratada por Ghirlandaio en estricto perfil, en reposo, brazos en paralelo con el marco arquitectónico y el marco del cuadro. El brazo vertical paralelo al marco del alfeizar.
Junto a los atributos de Giovanna, aparece en un cartellino, un fragmento que dice: «¡Ojalá pudiera el arte reproducir el carácter y el espíritu! En toda la tierra se encontraría un cuadro más hermoso».
Giovanna, nacida del 18 de diciembre de 1468, era la octava hija de Maso di Luca degli Albizzi y de Caterina Soderini. Recibió el tipo de educación que se consideraba propio de una joven de su categoría social. El acontecimiento más importante de su vida fue su matrimonio con Lorenzo Tornabuoni (1468-1497), heredero de una influyente familia vinculada a los Médicis. La boda se celebró en septiembre de 1486 con una plétora de festejos y durante tres días la hermosa Giovanna tuvo todo el protagonismo. El 11 de octubre de 1487 nació Giovannino, primer hijo de la joven pareja pero, desgraciadamente, Giovanna murió al año siguiente, cuando contaba diecinueve años de edad, de resultas de su segundo embarazo. La enterraron en la iglesia de Santa Maria Novella el 7 de octubre de 1488.Giovanna pervivió para la posteridad gracias a Domenico Ghirlandaio, a quien hacia 1489 le encargaron que realizara un retrato póstumo destinado a ser colocado en un lugar de honor en el Palazzo Tornabuoni.
El retrato de Giovanna ha sido la piedra angular, de un discurso museográfico que descubre los valores del arte del siglo XV. La obra fue el punto de partida de los tres aspectos de la exposición: El retrato del Renacimiento, una espléndida revisión del arte de la medallística, que rivalizó en su tiempo con el arte del retrato, las joyas de Giovanna y las bodas de las grandes familias florentinas y por último, la vida espiritual y devocional en relación con el libro de Horas que aparece en la tabla.
En la última sala de la exposición tuvimos la suerte de disfrutar del estudio técnico de la obra, los investigadores y restauradores de la obra, ofrecieron un análisis de la tabla y de los materiales utilizados, la reflectografía infrarroja reveló la presencia del dibujo bajo el pigmento, información sobre la pincelada y el estado de conservación de la obra.
El domingo 10 del 10 de 2010, erguida, elegante y distinguida regresó Giovanna a sus aposentos, a las Salas de pintura del Arte del Quattrocento.
La exposición"Ghirlandaio y el Renacimiento en Florencia" lamentablemente terminó, pero la tecnología nos permite seguir investigando.
Visita el Microsite Interactivo_ Restauración de Giovanna Tornabuoni, si desean más información, sigan el siguiente enlace: